Artificiales son esos recuerdos de locas tarjetas corriendo en mataderos.
Triglicéridos cáusticos comienzan el desentierro del cartero.
Armadillos, o armatostes, combinan la gran artesanía del culto ambiguo.
Lencería es lo que las pantomimas decían declarar en sus termos.
La comida corriente, despidese dentro de altos niveles de glucosa.
La cretina amargura despierta placeres intencionalmente bañados en carne molida.
Lápidas incandescentes, acartonan la realidad volviéndola un perturbador sueño.
Cristales verdes capaces de desatornillar cuentos, nos rodean en el cielo de los minotauros.
Lucrativos y enjambrosos son esos lectores de mariposas azules.
La terminología relacionada con la ternura, denota un incremento de las arquidiosesis fluviales.
"Artimañas de paracaidista" dijo Cleopatra al escuchar el desmantelamiento de la partida lógica.
El o la antesala mediática desnutrió la calumnia kármica.
Disociación del ser, desamor y locuras tanáticas.
Estaba en dos patas cuando desde el cielo le cumplió el perdido monje.
Las latitudes mediáticas: nueva noción de Silverio y sus azucenas.
Martes de cenizas, alma quebradiza.
Tenme en mente, querido comentarista del mundo postmoderno.
"Más, más, y más", le dije.Altanero fue aquel mórbido lugar. Nunca lo viste.
¡Lánzamelo maldito! Pareces de esos que no se bañan, puto.
Y cuando por fin lo amenazamos, grité "RA RA RA!"
Amigos del lugar menos logrado. Hermanos del país más lejano. Camisetas mojadas.
ADios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario