Las violaciones le provocaban tremenda emoción hacia lo desconocido.
El llanto le llenaba de alegría y confort.
El olor de la basura le recordaba lo hermoso que es el mundo.
Por otro lado
Los abrazos le infundían el más profundo miedo.
La unión de pareja, el deseo más intenso de suicidio.
La risa creaba la ansiedad más desesperante.
El olor de las flores le recordaba a la zona más detestable de su ciudad.
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